Al final de un pequeño camino que se pierde en medio de los Pirineos encontramos el pueblo de Dorres. Al final del pueblo encontramos los baños romanos termales a una altitud de 1450m de altitud. Estos están orientados a cara sur con unas maravillosas vistas hacia el valle de la Cerdanya. Las piscinas de los baños están al aire libre y en ellas fluye agua sulfurosa a una temperatura de 40°C.
Tumbados en los baños nos podremos relajar gracias a las propiedades curativas del agua sulfurosa, además de tener el privilegio de poder contemplar unas vistas inolvidables del valle con el Puigmal (2910m) de referencia visual justo delante nuestro. Durante todo el año podremos disfrutar de los baños a una temperatura del agua de 38°C.